Las consecuencias de estos problemas son una pérdida de estética, una disminución de la permeabilidad y de la durabilidad.
Al igual que en el apartado anterior, la reparación de coqueras comprende los siguientes pasos:
- Saneamiento del hormigón deteriorado hasta conseguir un soporte sano y resistente.
- Limpieza de la superficie a tratar (hormigón y armadura).
- Adherencia (optativo): Mediante la utilización de un adherente epoxy o acrílico.
- Recubrimiento mediante aplicación de un mortero estructural o cosmético que regenere la superficie.
- Revestimiento mediante la aplicación de un mortero impermeable en pequeño espesor (2-3 mm) sobre la superficie de hormigón.